El autoerotismo es la expresión y vivencia de la búsqueda y
satisfacción del placer sexual de forma autónoma, sin la participación o
presencia de otra persona. El autoerotismo se expresa a través de la fantasía,
la propia caricia, la masturbación, el orgasmo, la lectura y los recuerdos.
Es una fuente muy rica para conocernos y aprender a
distinguir nuestras sensaciones, las distintas formas de placer, cómo responde
nuestro cuerpo, qué nos agrada más, cómo proporcionarnos el acceso a la
excitación. Nos proporciona un espacio libre de tensión, relajado, donde podemos aprender a recrearnos a nuestro
antojo, descubrirnos y explorarnos sin límites.
Desde que somos pequeño/as desarrollamos nuestro campo de
autoerotismo aunque no nos iniciemos en la masturbación hasta el comienzo de la
pubertad, o incluso después. Este ámbito de placer es muy positivo y es
conveniente que se viva desde una perspectiva despojada de miedos, temores,
sentido de culpabilidad, etc. Si se vive con libertad, ayuda a desarrollar una
sexualidad mucho más consciente, más amplia, liberada de tabúes, genera
bienestar y colabora en la madurez sexual de la persona.
Es una realidad que en nuestra sociedad ha estado más
aceptada y practicada la masturbación entre los hombres que entre las mujeres,
aunque los estudios, investigaciones y recomendaciones que se han divulgado
desde los años 60, han facilitado que las mujeres también participen
progresivamente de un territorio de intimidad de gran importancia para la
vivencia placentera y plena de su sexualidad. La eliminación de ciertos tabúes
y mitos y la liberación de ciertas creencias erróneas de nuestra sociedad ha
facilitado un cambio sustantivo con relación a la masturbación de la mujer,
pero también ha sido significativo el sucedido en torno a la del hombre.
Sin entrar en esas creencias falsas que recomendaban
abstenerse de masturbarse, basta decir que está científicamente probado que la
masturbación es saludable para todas las personas. No causa ningún daño físico,
no provoca disfunciones, no actúa negativamente en la psicología de la
persona... Muy al contrario actúa muy positivamente tanto en el organismo, como
en la psicología y por lo tanto en el bienestar general del individuo.
Por todo ello, el autoerotismo, la autoexploración y la
masturbación son dimensiones de nuestra sexualidad sanas y positivas,
territorio de ayuda para nuestra educación sexual y el aprendizaje de nuestro
placer y satisfacción; ámbito de experimentación, de conocimiento y de
exploración de alternativas. Además, aunque tengamos pareja, la masturbación, y
la mutua masturbación es una fuente más de placer compartido, de intimidad
ampliada de incorporación de contenidos.
No se puede hablar de una práctica sexual perjudicial o
negativa, siempre que se realice en un contexto de respeto por uno mismo y por
el otro, con pleno consentimiento y voluntad.
Sólo una práctica restrictiva, obsesiva y que impida o
limite el disfrute de otra manera, limitando las posibilidades de obtener y dar
placer y satisfacción podría ser perjudicial para la persona o/y la pareja.
Pero no se trata de defender la postura de que el
autoerotismo no es perjudicial, sino poner de manifiesto aquellos aspectos que
son positivos. El autoerotismo nos proporciona la vivencia relajada y
desinhibida de nuestro deseo, de nuestra excitación, nuestra fantasía, nuestro
placer, nuestro orgasmo y nuestra
satisfacción.
© Dolores Salinas 2004
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