EL FUTURO EMOCIONAL Y PSICOSEXUAL DEL NIÑO EN HOGARES DESTRUIDOS
Cuando en una familia hay problemas económicos una de las consecuencias es el divorcio. A veces los niños están mejor en un hogar con padres separados que en un hogar desdichado con ambos padres presentes.
Los hijos de padres separados deben dejar de lado la tención de ocupar el lugar del padre ausente, de la misma manera de que deben de dejar de gastar fuerzas y emociones en la lucha porque sus padres vuelvan.
El divorcio en sí mismo no lleva necesariamente a problemas psicológicos del hijo. Aquel que vive con padres en que la pareja no está integrada y son ambos infelices, es más propenso a encontrar problemas psicológicos, que aquel hijo de una pareja que se lleva mal pero que ha tenido fuerza y ha sido todo lo sano que se requiere.
Generalmente, en los casos de separación, los padres tienen a ocultarles a sus hijos, cosa que estos deberían saber. Debemos tener en cuenta que los niños son mucho menos frágiles de lo que los adultos creen, y son muy capaces de aceptar la realidad, por más que les cause dolor, más que la mentira y la duda.
A un niño le cuesta manejar la ansiedad que le produce la ignorancia y el ocultamiento, porque en esos casos fantasea cosas mucho más graves que las que ocurren.
Las verdades a medias confunden a cualquier ser humano creando desconfianza y expectativa. Un niño en esta situación está siempre en alerta esperando saber o descubrir algo más, porque no entienden lo que sucede y percibe que lo que le dicen no es real.
Es conveniente que la madre inculque a los hijos que el padre ausente los quiere a pesar de haber abandonado a la familia. ¿Pero qué ocurre cuando el padre o la madre ausente viven cerca y nunca va a ver a sus hijos? ¿Qué ocurre cuando no se tiene noticias del padre o la madre en años?
Si se le dice al niño que el progenitor lo quiere (ya sea la madre o el padre dependiendo de quién se quede con los hijos) cuando no es verdad, el niño sentirá...
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